Martín Lutero quemando la Bula Exsurge Domine, el 12 de diciembre de 1520. Lo que comenzó como una protesta en 1517, tomaba con actos como éste, el cuerpo de una Reforma.
En el mes de la Reforma, en la Iglesia Presbiteriana Puente de Vida, estamos compartiendo una serie de mensajes titulada: «Reforma: cuatro conceptos claves». En el marco de dicha serie, me correspondió compartir el mensaje, basado en Gálatas 5:1-5, titulado: «La libertad cristiana».
Hablar de la libertad cristiana es un tremendo desafío porque, sin lugar a dudas, es hablar del evangelio. Lamentablemente, de ser una de las verdades más importantes emergidas en el período de la Reforma Protestante, en muchos contextos eclesiales se ha vuelto un tabú. «No, es que hablar de la gracia es demasiado peligroso, porque lleva al libertinaje», dirán algunos, con mucho miedo. Y sí, existe ese riesgo. Pero el riesgo es disipado toda vez que entendemos que hemos sido liberados para vivir en comunidad: hemos sido liberados para amar. Para amar a Dios y al prójimo. Y aquí hay algo que debemos recordar siempre:
La libertad de los creyentes es fruto de la obra de Cristo y no de nuestros intentos de autodeterminación. Para nosotros no hay verdadera libertad sin “Sólo Cristo” ni “Sola Gracia”.
Sin más preámbulos, les paso a compartir el vídeo de dicho mensaje, predicado el domingo 12 de octubre de 2014.
Si alguno está interesado en el tema, también pongo a disposición los apuntes de ese sermón, los cuales son tributarios de varias lecturas, escuchas de sermones y, por supuesto, de múltiples conversaciones con amigos. Porque los sermones y la teología también se hacen en comunidad. Pueden descargarlo haciendo clic aquí.
Fraternalmente en Cristo, Luis…
En la pintura de Lutero, parece como que va a bailar una cueca y en vez de pañuelo tiene una página de la bula.
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Es que bailó cueca, como mayor señal de libertad 🙂
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Me bendijo la predicación muchas gracias !
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Que bueno que haya sido así. La Palabra de Dios tiene un poder transformador y confrontado inmenso. A Dios sea la gloria.
Un abrazo fraterno en Cristo.
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