¿Por qué estudio en el Seminario Teológico Presbiteriano José Manuel Ibáñez Guzmán?

El título de este post podría llevar a pensar que se trata de una promoción del “Seminario Teológico Presbiteriano José Manuel Ibáñez Guzmán” (STP JMIG, en adelante), cuando en realidad eso podría ser una finalidad secundaria, en otras palabras, podría servir para ello. Pero la finalidad primordial de estas líneas es testimoniar acerca de mi experiencia como seminarista en esta institución. Paso a dar algunas razones:

a. Estudio en el STP JMIG porque es el seminario de la Iglesia Presbiteriana de Chile. Desde el año 2010 soy miembro de la Iglesia Presbiteriana de Chile, participando activamente en una de sus comunidades locales, la Iglesia Puente de Vida. Estudiar en el seminario de la iglesia a la que pertenezco me brinda muchas posibilidades, siendo la principal que a la hora de los análisis teológicos, misiológicos y eclesiales, tenemos siempre a la vista la realidad de nuestra iglesia, por ende, los conocimientos que vamos adquiriendo-y-desarrollando en el camino son factibles de ser aterrizados en nuestra experiencia cotidiana. En otras palabras, aprendemos para servir en nuestras comunidades, para rescatar todo lo bueno y reformar todo lo malo de nuestras comunidades de santos-pecadores.

b. Estudio en el STP JMIG porque es un espacio confesional, que busca relevar, rescatar y producir teología reformada. ¿Qué quiere decir esto? En primer lugar, que se trata de un espacio que pone a la Biblia en su lugar como lo que es: la Palabra viva de Dios, única y suficiente regla de fe, práctica y conducta de los creyentes. En segundo lugar, que plantea su lealtad a los símbolos de la fe reformada expresada en la Confesión de Fe de Westminster y el Catecismo de Heidelberg, esto como resultado de que la lectura de la Biblia nunca es a solas, sino que siempre es en comunidad. Creemos comunitariamente, como hermanos. En tercer lugar, porque fundamentalmente emprendemos nuestro camino formador de la mano de los principales autores del pensamiento reformado: Juan Calvino, Herman Bavinck, Louis Berkhof, Cornelius Van Til, Abraham Kuyper, entre otros. Y es, desde ese marco teórico, que buscamos, desde nuestra posición de estudiantes y futuros teólogos, producir nuestras lecturas e investigaciones, respondiendo a nuestras interrogantes y problemáticas actuales.

c. Estudio en el STP JMIG porque es un espacio académico. El punto anterior podría llevar a pensar que se trata de estudios al nivel de catequesis, en los cuales lo único que hacemos es repetir lo que otros han dicho y propuesto. En sí nuestro diálogo académico es desde la teología reformada, mirando desde un “sentido presbiteriano”, pero también dialogando con otros autores, estudiando otras disciplinas, y por sobre todo, produciendo saber. Nada más contradictorio que un estudiante de teología sin capacidad de asombro, sin preguntas, sin propuestas, sin producción.

Por otro lado, la amplitud de las lecturas (he leído tanto o más que en mi experiencia universitaria), la profundidad de los análisis presentados por nuestros profesores, el diálogo y aprendizaje desarrollado con nuestros compañeros, siendo varios de ellos de otras denominaciones, va generando paulatinamente una mayor “caja de herramientas” para el quehacer teológico, pastoral y misional.

d. Estudio en el STP JMIG por su énfasis misional. Estudiar en el seminario no sólo significa estar en el balcón, sino que es, también, estar en el camino. No hay disociación entre la reflexión teológica y el quehacer misional. Y allí el seminario tiene un énfasis dado en la preocupación por el estudio y problematización de la misión. Estudiamos la misiología, la historia de la misión, las misiones urbanas, la plantación de iglesias, pensando y teniendo como eje la Missio Dei: la idea de que la misión es de Dios y que los creyentes contribuimos a la extensión del Reino y a su consumación escatológica. Estudiamos y reflexionamos pensando en nuestro presente-y-futuro campo de acción junto a todo el pueblo de Dios que vive la gran comisión.

e. Estudio en el STP JMIG, porque, por sobre todo, es un taller de oficios. Entré a estudiar al seminario para prepararme para el ministerio pastoral. En la actualidad soy candidato al ministerio por el Presbiterio Centro de la IPCH. Y creo que es el mejor lugar para la preparación de mi futura labor, porque es como señalo un taller de oficios, en el cual la mayoría de mis profesores son pastores de la misma iglesia a la que pertenezco, y parte importante de mis compañeros también se preparan para el ministerio pastoral. Eso genera un campo de diálogo y acción potente, inigualable por otras expresiones de reflexión teológica. Mis profesores y compañeros serán futuros colegas en el ministerio. Los profesores trabajan, ayudándonos con su experiencia pastoral, buscando forjar en nosotros una mirada desde allí, fortaleciendo nuestras vocaciones con su acción. Y, por otro lado, con mis compañeros pensamos y soñamos en voz alta nuestros futuros proyectos, lo cual también fortifica nuestra vocación, y desde un punto de vista práctico, genera redes de apoyo para el desarrollo de la tarea misional. Reflexión, proyecto y esperanza confluyen en las aulas y fuera de ellas.

Por todo eso, no me queda más que agradecer. Agradecer por los diálogos directos y comprometidos con profesores y compañeros, y por hacerlo en un espacio que exuda presbiterianismo, que piensa, vive y se proyecta en la Iglesia Presbiteriana de Chile.

Luis Pino Moyano.


* Léase también el post del Pastor Jonathan Muñoz: Por qué la IPCH tiene un seminario propio en pocas palabras.

3 comentarios sobre “¿Por qué estudio en el Seminario Teológico Presbiteriano José Manuel Ibáñez Guzmán?

    1. Muchas gracias pastor. Como ha quedado registrado en otros lugares guardo un aprecio enorme a los profesores que tuve en el IBN, entre ellos usted. Un abrazo.

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